El Cabo Peñas es uno de los puntos más sobresalientes del Mar Cantábrico, solo superado por la Estaca de Bares. En Asturias es el punto más septentrional de su costa y su ubicación, divide de forma simétrica nuestra comunidad. Se considera que forma una figura triangular con sus vértices situados a la entrada de la ría de Avilés, en el extremo norte del Cabo y en la entrada de la ría de Aboño. Resulta de gran interés para los navegantes que hacen cabotaje en la zona puesto que les sirve tanto de recalada como para buscar las barras de Gijón, Luanco, Candás y Avilés.

Vista aérea desde el cabo Peñas hasta la punta de la Vaca (Foto: APG)
Su reconocimiento es fácil desde cualquier punto que se busque, tanto de noche como de día, bien por la luz del Faro de Peñas como por el aspecto geológico del terreno. Además de ser muy saliente, es raso y de una gran extensión. Las planicies de abrasión marina, emergidas por el levantamiento general del continente, se amplían hacia el interior y penetran unos 20 kilómetros tierra adentro. Es una península sensiblemente llana que se encuentra abruptamente con el mar dando lugar a unos acantilados de hasta cien metros de altura. Su estructura es parecida a la que presentan los cabos Busto y Vidio, y lo mismo su color, porque sus escarpados presentan el color blanquecino del cuarzo, de que se componen en parte. Desde el E. presenta una figura horizontal hasta su corte vertical a la mar, que solo se ve alterado por alguna arboleda y alguna casería esparcida sobre su superficie. Un aspecto similar al verse desde el W.
Al occidente del Cabo Peñas podemos ver un frontón en dirección al W. de aspecto sumamente escarpado e imponente, de unos 100 metros de altura. Frente al cabo y a unos 750 metros, se encuentra la isla Erbosa, peñascosa, escarpada hacia el NE y con un rápido declive hacia el SW. Su falda está cubierta de vegetación. A 250 metros de esta isla se encuentra un islote escabroso y de forma cónica denominado El Bravo y, en sus inmediaciones, asoman multitud de piedras como Las Monistas y Las Corberas. Todas estas piedras son masas de tierra que se han ido desprendiendo del cabo y que la mar, en sus continuos embates, va descarnando hasta dejarlas en esqueletos peñascosos.
Desde el Cabo Peñas hacia la ría de Avilés la costa forma un seno y se dirige hacia el SE de una forma brava y escarpada, cercada de piedras rasas que se apartan poco de tierra; es el caso de la llamada Peña Llablonga, a unos 2.000 metros al S de la isla Erbosa y a unos 500 metros al W. de tierra firme. En general la costa es escabrosa y baja y pueden encontrarse arenales (Xagó y Verdicio) o playas de cantos y gravas como los de la Playa de Ferrero. Por el contrario, en el Este del Cabo se crea una zona de sombra deficitaria de sedimentos arenosos.
Mapa de la coste Este y Oeste del Cabo Peñas (IGN)