Luces de Enfilación. Petición de la Cofradía de Candás (1)

La entrada al puerto de Candás siempre ha planteado dificultades debido a numerosos obstáculos y peligros por la presencia de rocas en sus inmediaciones. Nos referimos a los bajos de La Castañar, el Petón de Entrellusa, la Sierra de Santolaya, el Covanín, la Sierra o Los Güesos de San Pedro, entre otros. Para sortearlos y entrar de forma segura al puerto, los pescadores de Candás siempre utilizaron una serie de canales navegables que, aún en malas condiciones de mar, permitían la entrada a la dársena portuaria y, entre ellos, el más empleado fue el denominado El Carrero.

Por lo tanto, se hacía necesario disponer, más allá de las referencias visuales que pudieran utilizarse en el periodo diurno, de una señal luminosa y nocturna para ayudar la maniobra de entrada al puerto de Candás durante la noche.

Entrada al puerto de Candás, años 50. (Biblioteca Municipal de Candás)

El Archivo Municipal de Candás conserva el Acta de la sesión ordinaria de la Cofradía de Pescadores del 22 de enero de 1890 que se recoge como “una comisión de patrones pidió que (…) para marcar en noches de oscurada cuando el estado de la mar así lo reclamase los carreros del Vendaval y Nordeste convenía para el primero un farol en la cuesta y, para el segundo dos, uno en San Antonio y otro en casa de Isidro La Piedra”. La necesidad de contar con esa Ayuda a la Navegación estaba claramente expuesta, pero también se hacía patente las dificultades  que ello planteaba puesto que como también se señalaba “en cuanto a la colocación de los faroles para demarcar el enfile de los carreros de afuera, y después de algunas observaciones relativas a los inconvenientes que pudieran ofrecerse acerca de la implantación de las columnas para su sostenimiento, puesto que necesariamente ha de verificarse la de alguno en fincas de propiedad particular, se acordó en primer término entenderse con los dueños de las mismas y estudiar luego el sitio preciso en que hayan de levantarse, como también la forma más conveniente y económica para el lleno del expresado servicio”.

Seis  meses después la Cofradía volvió a tratar el tema indicando que “con referencia al acuerdo tomado el veintidós de enero último respecto a la colocación de faroles en San Antonio y casa de Isidro La Piedra para el señalamiento del carrero del NE, se manifestó por la presidencia que el dueño de la referida casa y el que lo es del cabo San Antonio, permitían dicha instalación por ahora y siempre que no les ofreciese algún inconveniente, entendiéndose  en este caso autorizados para quitarlos de sus propiedades respectivas, con lo que quedó conforme la Junta, que confió a la Comisión del particular el estudio del punto en que ha de fijarse el farol que corresponde a San Antonio para el debido enfile del expresado Carrero”.

En este sentido Bellmunt y Traver, en el Tomo III de su monografía «Asturias» al referirse a Candás, menciona como “esta Sociedad de Nuestra Señora del Rosario (…) es modelo de institución de su clase que, además de muchas ventajas para sus asociados, trabaja incesantemente en la mejora del puerto, un día colocando faroles que marquen el único derrotero que permite atravesar los bajos o rompientes del «Castañar» y el «Cobanin», otro procurando…”.

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